Los siguientes shampoo caseros, naturales u orgánicos son realmente muy buenos para tu pelo, cumplirán con creces sus funciones y de a poco tu cabello y piel volverán a verse hermosos y saludables. Es preciso que tengas en cuenta que durante los primeros días puede que sientas mucha picazón o caspa, no te preocupes, es el proceso que hace el cuero cabelludo para “volver a la normalidad”. Si esto permanece por más de quince días, consulta con un dermatólogo, aunque se supone que no puede ocurrir.
Recetas de shampoo caseros:
- Shampoo de naranja y jabonera: necesitas medio litro de infusión de jabonera, dos cucharadas de zumo de naranja y dos yemas de huevo. Bate las yemas y añade los otros dos ingredientes. Envasa y guarda en el refrigerador. Usa como de costumbre para lavar el pelo, lo dejará muy sedoso.
- Shampoo de sándalo: los ingredientes son 25 gramos de flores secas de manzanilla, 25 gramos de raíz de saponaria picada, 250 ml de agua caliente y 20 gotas de aceite natural de sándalo. Coloca las flores y la raíz en un recipiente y vierte agua caliente, remueve y deja toda la noche reposar. Al otro día cuela y aplica el aceite de sándalo.
- Shampoo de lavanda: es ideal para los cabellos rubios. Necesitas el zumo de dos limones, dos cucharadas de agua de lavanda y dos huevos. Mezcla todos los ingredientes y aplica en todo el cabello con suaves masajes. Aclara y repite, deja actuar unos 15 minutos. Enjuaga bien y luego coloca acondicionador.
- Shampoo de agua de rosas: para el cabello moreno o castaño. Lleva dos cucharadas de vinagre, dos cucharadas de agua de rosas y dos huevos. Mezcla todo y aplica con un masaje en el cuero cabelludo. Aclara y repite. Deja 15 minutos, enjuaga bien y coloca tu acondicionador de siempre o alguno casero también para mejores resultados.
- Shampoo de ortiga y romero: es ideal para los que sufren por la caída del cabello y para el debilitamiento del pelo. En una sartén de acero inoxidable coloca dos puñados de saponaria y una taza y media de agua. Hierve y deja 10 minutos más en el fuego. Cubre y deja enfriar. Cuela el líquido y coloca en una botella que tenga tapa. Aparte realiza una infusión con media cucharada de romero fresco y un puñado de ortiga con una taza de agua hirviendo. Deja reposar media hora, cuela y vierte en la botella con saponaria. Mezcla bien y aplica en el cabello como enjuague o como shampoo.